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Japón invertirá hasta 536.000 millones de yenes en Micron para la producción de chips de última generación

El Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón (METI) ha anunciado este viernes la concesión de una subvención de hasta 536.000 millones de yenes (aproximadamente 3.400 millones de euros) a Micron Memory Japan, la filial de la multinacional estadounidense Micron Technology. La ayuda está destinada a la producción en masa de semiconductores de memoria de última generación en su planta de Hiroshima, una medida clave para reforzar la seguridad económica del país en el sector tecnológico.

Un plan de inversión millonario para la era de la IA

Esta subvención respalda el ambicioso plan de Micron, que prevé una inversión adicional de 1,5 billones de yenes (cerca de 9.600 millones de euros) hasta finales del año fiscal 2029 para el desarrollo y la fabricación de sus chips más avanzados. Estos componentes, memorias DRAM de bajo consumo y alta velocidad, son esenciales para tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial generativa y la conducción autónoma.

El proyecto contempla la instalación de los equipos necesarios en un plazo de cuatro años, a partir de abril de 2026. La compañía espera comenzar los primeros envíos entre junio y agosto de 2028, con el objetivo de alcanzar su capacidad máxima de producción, fijada en 40.000 obleas mensuales, entre marzo y mayo de 2030.

Detalles de la subvención pública

La ayuda del gobierno japonés se divide en dos partidas principales. La mayor parte, hasta 500.000 millones de yenes, cubrirá un tercio de la inversión de capital necesaria para la nueva línea de producción y provendrá del Fondo Específico para Semiconductores. Los 36.000 millones de yenes restantes se destinarán a cofinanciar el 50 % de los costes de investigación y desarrollo (I+D) para crear memorias DRAM de mayor capacidad, velocidad y eficiencia energética.

Shigetake Shiratake, vicepresidente sénior de Micron, declaró que “esta ayuda nos permitirá acelerar aún más el desarrollo de soluciones de memoria de alto rendimiento para la era de la inteligencia artificial”. Se espera que estos nuevos chips se integren en GPUs para centros de datos y en vehículos autónomos.

Condiciones y estrategia nacional

El METI ha justificado su decisión de apoyar a Micron destacando el compromiso de la empresa con la industria local. Aproximadamente el 80 % de las materias primas y los materiales necesarios para la producción se adquirirán de proveedores japoneses. Además, se ha valorado positivamente la implicación de la compañía en la contratación y formación de personal en Japón.

A cambio de la subvención, el gobierno exige a Micron que mantenga la producción en la planta de Hiroshima durante un mínimo de diez años desde el inicio de la fabricación en masa. Otro requisito clave es que la empresa deberá responder a las solicitudes de aumento de producción por parte del gobierno japonés en caso de crisis de suministro, como las ocurridas durante la pandemia.

Esta iniciativa forma parte de una estrategia nacional más amplia para asegurar la capacidad de producción de semiconductores avanzados en territorio japonés. Anteriormente, el gobierno ya había aprobado importantes ayudas para la planta de TSMC en Kumamoto y las instalaciones de Kioxia en Yokkaichi. Con esta nueva partida, la ayuda total concedida a la planta de Micron en Hiroshima asciende a un máximo de 774.500 millones de yenes.